Localización:
Sant Quirze del Vallès
Área:
800 m2
El proyecto se sitúa en Sant Quirze del Vallés, en la província de Barcelona. El proyecto de jardín anterior de estos propietarios se realizó justo antes del confinamiento, en 2019, y debido a la prisa por acabar durante la pandemia no llegaron a quedar contentos con el resultado, ni con los materiales finales ni con el diseño del jardín. Un año y medio después contactaron con nosotros buscando una nueva propuesta acorde a lo que inicialmente buscaban. El proyecto de jardín anterior era demasiado uniforme, con un césped artificial que debido a su calidad no estaba envejeciendo como esperaban y se encontraba en mal estado. El resto, tanto el acabado exterior de la piscina como el acceso hasta ella era mediante un entarimado sintético que no acababa de encajar con el resto de materiales de la vivienda. Además, la valla junto a la calle no proporcionaba suficiente privacidad a la zona de jardín. La situación de un olivo en la zona de jardín lateral de la vivienda, frente al espacio de cocina interior dificultaba el paso, no tenía espacio suficiente para crecer y no destacaba su presencia en el jardín.
Antes
El proyecto propuesto comienza con una zona de comedor exterior en ese área, junto a un acceso directo a la cocina y con previsión para una futura cocina exterior integrada. Se pavimentó la zona con la misma baldosa de las zonas existentes exteriores de la vivienda, y se creó un paso con las mismas, conectando esa zona con el espacio de jardín posterior y la piscina. Con el fin de separar los espacios y para conseguir zonas con vegetación, se propusieron diferentes zonas con gravas en color gris antracita, que están en sintonía con el acabado de las carpinterías y cerramientos de la vivienda y contrastan con el resto de materiales. Se escogió un canto rodado suave para facilitar el camino y con la finalidad de crear diferentes puntos de drenaje, y se colocó un nuevo césped artificial de alta calidad. La vegetación propuesta en esta zona son diferentes tramos con lavanda y con pittosporum y phormium, con su respectiva instalación de riego automático.
El olivo, gran protagonista del proyecto y que antes se encontraba escondido en una zona donde no recibía suficiente luz, se ha trasladado frente a la zona de salida al jardín posterior y se le ha proporcionado de un espacio adecuado, enmarcándolo gracias a la nueva jardinera elevada, junto a una zona destinada a almacenaje que se acerca a la zona de piscina y que ha permitido el diseño de unas camas balinesas. El límite de la piscina se ha sustituido por las mismas baldosas utilizadas en el resto de zonas. Con el fin de aprovechar al máximo el espacio de jardín y para solucionar el problema de privacidad, se ha propuesto la plantación de diferentes arbustos en una zona de parterre exterior en el mismo límite de la calle enganchado al muro.
Después